El gel se aplica directamente sobre nuestra uña pulida con anterioridad y se seca con una lámpara led, después con un torno se moldea para darle la forma deseada.
El resultado y durabilidad son espectaculares (siempre y cuándo el material sea bueno y esté bien realizado el trabajo), y la duración depende del crecimiento de la uña pero lo habitual es hacer un mantenimiento una vez al mes.
Inconvenientes!!!
Pulen las uñas (excesivamente) para que la adhesión del gel sea perfecta lo que acaba pasando factura.
El precio del mantenimiento no es precisamente barato en los sitios de mayor calidad.
En definitiva mi experiencia fue fantástica durante 7 años que las tuve pero el calvario vino cuando me las quité.
Me pulieron el gel hasta quitarlo por completo y apareció mi uña totalmente destrozada, era más fina que un folio y la tuve que cortar muchísimo porque se deshacía.
Así estuve 4 meses con las uñas horribles, sólo me aplicaba endurecedor y una crema de cutículas que es maravillosa, poco a poco conseguí que las uñas vuelvan a estar sanas.
Creme Abricot de Dior: crema para cutículas que es mágica con las uñas destrozadas como era mi caso, dura muchísimo porque se aplica muy poquita cantidad.
Conclusión: nunca debemos hacernos nada que nos dañe las uñas, ahora existen en el mercado varios métodos de esmaltado que garantizan duración y mantienen la uña en perfecto estado.
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