Si sois de las que queréis haceros el "contouring" si o sí, hoy os voy a hablar de cómo debemos hacer las correcciones para disimular esas cosillas que menos nos gustan de nuestro rostro.
Lo primero de todo saber la forma real de nuestro rostro, hay un truco para saberlo..
Ponernos de frente a un espejo pegar la nariz y con un lápiz de ojos dibujar nuestro contorno en él.
Después debemos unificar la piel con nuestra base habitual y corrector si es necesario, debemos utilizar luz natural si el maquillaje es de día y artificial si será de noche.
La clave más importante es saber que los colores claros iluminan por lo que destacan y los colores oscuros disimulan.
Rostro alargado: buscamos acortar ópticamente el óvalo así que aplicaremos polvo oscuro y mate en el nacimiento del pelo y la mitad inferior de la barbilla, y marcar el pómulo.
Rostro redondo: el objetivo principal debe ser alargar el rostro, por lo que debemos aplicar el polvo oscuro en las sienes para que alargue la frente, afinar las mejillas, mientras que el iluminador lo aplicaremos el hueso del pómulo en forma diagonal para que alargue hacia el final de la oreja y el hueso de la nariz para alargarla.
Rostro cuadrado: debemos suavizar los contornos por lo que aplicaremos el polvo oscuro en sienes y hueso de la mandíbula para crear el efecto ovalado que buscamos, el iluminador se aplicará en el centro de la frente y la parte lata del pómulo para que resalte más que la mandíbula.
IMPORTANTE.
Aplicar el producto en muy poca cantidad y difuminar muy muy bien, siempre es mejor tener que aplicar más cantidad que quitar el exceso porque ésto es casi imposible.
Difuminar muchísimo el producto para que no nos queden rayas antiestéticas en la cara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario