Autobronceador: producto cosmético que ofrece un bronceado artificial sin necesidad de maltratar la piel ni exponerla a los perjudiciales rayos solares.
Uno de sus principales componentes es la DHA (dihidroxiacetona) que es un derivado de la caña de azúcar que ofrece el tono marrón del bronceado.
Suelen ser muy recomendables para la gente con la piel sensible al sol, su aplicación es sencilla y cómoda pero hay que tener las siguientes precauciones para que el resultado sea el deseado.
- Realizar una exfoliación corporal antes de su aplicación, con ella retiraremos las células muertas y conseguiremos que el resultado sea más uniforme.
- la aplicación debe ser moderada, ya que sus componentes oxidan con el tiempo y si aplicamos demasiado producto podemos obtener un resultado no deseado.
- Tener muy en cuenta que los codos, rodillas, palmas de manos y pies son las zonas más propensas a teñirse así que mucho cuidado en estas zonas.
Hay dos tipos de aplicación.
En crema: el más conocido porque es en casa, menos efectivo (de color inmediato) pero también menos arriesgado ya que al ser progresivo podemos controlar el tono.
casi todas las marcas cosméticas los tienen...no puedo recomendar ninguno porque no los he utilizado nunca.
Instantáneos: se aplican en centros de belleza con un aerógrafo especial, los resultados son inmediatos, aunque la progresión del color puede tardar unas 24h.
Yo la verdad es que no soy demasiado amiga de éstos productos, aunque prometen un bronceado rápido y fácil es habitual ver a gente con rodetes de color, con el color de un conguito etc..
A ninguna nos gustaría salir así a la calle ¿verdad? pues mucho cuidado con éstos productos que en estos casos como en casi todo...MENOS ES MÁS.
Y vosotras ¿os animáis a utilizarlos?
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