La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, posee el mayor de los sentidos porque es el encargado de que sintamos frío, calor, dolor, placer y nos regula la temperatura corporal.
Nos protege de las agresiones externas que la afectan directamente como los aires acondicionados, calefacción, polución, tabaco etc.
la hidratación es imprescindible para humedecer tejidos y preservar la elasticidad y suavidad.
Nosotros no nos damos cuenta pero muchos de nuestros hábitos diarios deshidratan nuestra piel como el agua de la ducha demasiado caliente, los jabones muy perfumados, envejecimiento..
Para elegir bien la crema debemos tener muy claro el tipo de piel que tenemos porque sino el producto que apliquemos no nos va a solucionar el problema es más nos puede engrasar la piel en exceso.
Los tipos de piel más comunes son.
Deshidratada: presenta una excesiva falta de agua, se queda muy tirante y presenta pequeñas estrías y grietas. Puede tener tono grisáceo.
Seca: presenta falta de agua, es rugosa, se pela y es vulnerable
a las agresiones externas, irritaciones y alergias.
Normal: su nivel de agua/hidratación es el correcto, tiene un aspecto sano y jugoso.
La hidratación externa es importante y debemos mantener la piel bien hidratada pero nada nos servirá si no la hidratamos por dentro, ésto se consigue bebiendo agua.
Sin un buen cuidado de la piel nunca conseguiremos tener un aspecto saludable.
Mi piel está entre seca y deshidratada y os voy a contar mi secreto para mantenerla un poco mejor porque aunque lo consigo durante unas horas, vuelve a escamarse.
Atoderm Crème de Bioderma: es especial para pieles sensibles y secas y a mi es la que mejor me funciona sobre todo porque no es nada pringosa, característica que me incomoda bastante de algunas cremas.
Huile Divine de Caudalie: Aceite para cuerpo, rostro y pelo de Caudalie, yo lo utilizo mezclado con la crema de Bioderma y es estupendo porque le da el puntito de más hidratación pero tampoco es pringoso.
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